Si y no. No creo que la intención original detrás del concepto de inteligencia fuera un intento de manipular a los demás, sino de comprender mejor la naturaleza humana.
Pero, como tantas cosas que comienzan como benignas, como un cáncer, pueden volverse malignos. Ahora los medios de propaganda utilizan a menudo la inteligencia para criticar y descartar las opiniones de otros con los que no están de acuerdo. Por ejemplo, ¿cuántas veces hemos comentado sobre la inteligencia cuestionable de nuestros líderes? Ese tipo de pensamiento es detectado por los medios de comunicación, explotado y magnificado para ganar dinero.
Esto se convierte en un sistema de retroalimentación negativa por el cual cuanto más creemos en el concepto falso (que la inteligencia se puede atribuir fácilmente a otros), más parece que el concepto se vuelve real. Es como si estuviéramos construyendo una matriz ilusoria, o sala de espejos, donde parece que lo que observamos es objetivo, cuando en realidad es sobre todo subjetivo.
Hasta ahora, no he visto ningún método científico exitoso para filtrar este tipo de falacia masiva de falsas banderas.
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