El amor es un eco de la primera vez que sus neuronas infantiles se organizan lo suficiente como para darse cuenta de un sentido del yo. La evolución aseguró que tengas al menos el amor propio para no entrar en pánico y volverte loco, con el vacío abierto frente a ti y todo.
El amor de otro se siente tan satisfactorio porque es una extensión de este amor propio fuera de tu propia mente, creando “un alma en dos cuerpos”.