Aquí hay algunas reglas que mi esposo y yo seguimos compartiendo nuestros gastos:
- Use cuentas separadas para el salario.
- Nunca metas la nariz en cuánto gastan los demás por los padres. No me importa que le envíe parte de su salario a sus padres porque creo que es su deber cuidar de sus viejos padres. También sigue la misma regla.
- Tome un préstamo conjunto si está invirtiendo en propiedad. Asegúrese de contribuir 50-50 a esto por mes si ambos ganan a la par uno con el otro. Si alguien gana menos que el otro, el que gana menos puede aportar el 40% de sus ingresos a EMI, mientras que el otro puede compensar la diferencia. Al dividir a EMI de esta manera, sería un gran alivio tanto para el esposo como para la esposa.
- Siempre evalúa lo que tienes a mano antes de pensar en invertir.
- Pago por internet y móvil mientras mi esposo paga por mantenimiento y electricidad. Ambos terminamos pagando casi la misma cantidad en este caso.
- Tengo algunas inversiones a largo plazo para la jubilación, mientras que mi esposo no las tiene. Pero eso no nos va a afectar mucho.
- Cuando salimos a cenar, a veces pago la factura mientras él lo hace otras veces. Cuando nos reunimos por primera vez antes del matrimonio, insistí en pagar mi parte de la factura del restaurante. No, él no vio eso como un insulto, pero respetó mi elección.
- No hay necesidad de tener múltiples tarjetas de crédito. Será más una maldición que una bendición. Use los puntos de recompensa de la tarjeta de crédito sin culpa para pagar cuando sea necesario. Siempre pague el monto total adeudado de la tarjeta de crédito antes de la fecha de vencimiento en lugar de EMI, lo que incurrirá en cargos ocultos a largo plazo.
- De vez en cuando, mímese con una buena cena o viaje. Por lo general, ahorramos cierta cantidad para este propósito. 🙂
- Si hay que tomar una decisión financiera, siempre llegue a un consenso antes de finalizar la decisión.