Ninguno es el mejor, realmente. A las personas les gusta fingir que un método en particular funciona para interactuar con todos, pero las personas son diferentes. Una persona puede disfrutar de la atención, mientras que otra busca el misterio detrás de alguien que no habla mucho.
No preguntes qué funciona en todas las situaciones. Trate de averiguar qué funciona en su situación. Y puedes arreglar eso mejor que nosotros.