No “siempre” pensamos eso.
Es solo que cuando somos más jóvenes (de 40 años o menos), estamos saturados de hormonas que disparan nuestros impulsos sexuales a la estratosfera. La mayoría de nosotros realmente no pensamos que las mujeres “amigas” se sienten atraídas hacia nosotros. Solo esperamos que lo sean, porque nos atraen. Esta esperanza se traduce en acciones que podrían hacer de la esperanza una realidad. Muchas veces estamos frustrados. Pero no hace daño intentarlo.