Aquí hay varias razones por las que debes agradecerles por ingresar a tu vida.
- Le ayudó a aprender que no era dueño de su parte de la relación. Que de alguna manera las cosas no eran lo que parecían y las necesidades de su cónyuge / pareja no se estaban cumpliendo. Que las trampas se referían más a un testimonio del estado actual de la relación y no a la persona individual.
- Te mostró que no hay garantías en las relaciones. Solo porque estás casado o en una relación tienes que dejar de trabajar. Las relaciones no producen una barrera invisible que evite que alguien escape de la infelicidad.
- Te ayudó a comprender que tenías que cambiar tu paradigma de relación. Lo que sea que estuviera haciendo no funcionó, así que tuve que regresar y revisar mis ideas, suposiciones y acciones.
- Me ayudó a aprender que todos tienen agencia. Pueden hacer lo que quieran y que su pareja tenga que elegir para estar con usted todos los días. No puedes hacer que alguien quiera estar contigo. Solo puede comprometerse a crear un entorno en el que su pareja quiera elegir. Todos tienen derecho a irse cuando cambien los acuerdos originales de la relación.
- Me ayudó a aprender que amar a alguien no garantiza la reciprocidad. Lo único que puedo garantizar es cuánto amor doy.
- Me ayudaron a aprender a comprometerme a una comunicación abierta y directa. Que al no ser directo y honesto, estaba creando una relación basada en la falsedad, no en la verdad.
- Me ayudaron a aprender a abandonar mi naturaleza controladora. Que mi control fuera el resultado de no querer abordar mis miedos emocionales. Mi control era todo sobre mí y no tenía absolutamente nada que ver con mi pareja.
- Por último, gracias por ayudarnos a aprender a amar sin miedo. Ese amor debería existir al extender la libertad, no limitarla.