¿Todavía puedes amarte a ti mismo incluso si no te gustan los pequeños defectos de ti mismo?

Nadie en este mundo es perfecto.

Si podemos amar a alguien con sus defectos, entonces ¿por qué no implicarlo primero en nosotros mismos? La regla para amar es amarte a ti mismo primero. Seguro que podemos trabajar para mejorar nuestros defectos y ser un mejor ser humano.

Ámate a ti mismo porque eres único y porque eres especial.