Querido amigo
Para empezar, ver qué es el ego. Es tu sentido de ti mismo, que ha sido tomado de los demás. No me conozco directamente. Dependo de alguien más para que me diga quién soy.
Un compañero viene y dice: “Eres brillante”, ¿y en qué empiezo a creer? “¡Soy brillante!” Ahora mi sentido de ser brillante, mi idea de mí mismo de que soy brillante depende totalmente de esta otra persona que inicialmente me dijo que era brillante; De lo contrario no soy brillante.
Si muchos de ellos vienen y dicen que soy estúpido, entonces tengo que creer que soy estúpido porque incluso mi idea de estupidez proviene de otros. Si él dice que soy brillante y lo creo, entonces también tendré que creerle cuando diga que soy estúpido.
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Mi brillantez no está saliendo de mi propio entendimiento. Mi sentido de mí mismo no viene de mi propia comprensión; pero es prestado.
Ahora, dependo de los demás y quiero que sigan diciendo “Eres brillante”, porque mi brillantez depende de lo que dicen. Cuanto más dicen, más especial me siento.
Un resultado directo de esto sería que el día que los vea diciéndole a alguien más: “Eres brillante”, me sentiré celoso. Digamos que yo soy ‘A’, él es ‘B’ y hay otra entidad ‘C’. Ahora ‘B’ le dice a ‘C’ que tú también eres brillante. ¿Cómo se sentirá ‘A’?
¡Celoso!
Ahora ves lo que es la envidia?
Ahora tomemos una situación diferente. Sé que soy brillante y mi sentido del yo no proviene de ‘B’. Solo sé que soy brillante. No es una idea prestada. Ahora, ¿me importará si ‘B’ le dice a ‘C’ que eres brillante? ¿Estaré celoso?
Entonces, los celos vienen de la dependencia. El que no es dependiente no puede ser celoso. El que es su propio maestro no puede ser celoso. Estar celoso significa que he aceptado a alguien como mi maestro y ahora quiero que este maestro se quede conmigo. Si él va con otra persona, entonces siento un cierto dolor, y este dolor se llama “celos”.
~ Acharya Prashant
Fuente: Acharya Prashant – Words in Silence