“Lo único que debemos temer es el miedo mismo”. Todos los que se encuentran en esta vida, se encuentran por una razón. Ser herido es como cortarte un dedo con un cuchillo. Aprendes como no volver a hacerlo. No temes al cuchillo, respetas el potencial que tiene para causarte daño a ti (ya otros). No tengas miedo de ser herido de nuevo. Lo más probable es que hayas aprendido a protegerte de eso.
El tiempo pasa y maduramos de muchas maneras. Las lecciones de los jóvenes están destinadas a iniciarnos en los mayores desafíos de la edad adulta. Mirando hacia atrás, encontramos que aunque en el momento en que se sentían como lo peor del mundo, palidecen en comparación con lo que nos encontramos como adultos. Si todavía tienes sentimientos profundos por él, inténtalo de nuevo …